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| La cultura del clic... un cuento de virus | ||
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VSantivirus No. 603 - Año 6 - Sábado 2 de marzo de 2002 La cultura del clic... un cuento de virus http://www.vsantivirus.com/02-03-02.htm Por Jose Luis Lopez videosoft@videosoft.net.uy Un cuento actual Mientras la noche avanza tranquila, en la habitación de Roberto, solo se escucha el sordo ruido de los ventiladores de su PC. Roberto tiene 11 años, y sus padres le han regalado la computadora para Reyes. Tal vez porque Roberto siempre ha tenido buenas notas en la escuela, y porque está de vacaciones, se le ha permitido navegar por Internet a su libre albedrío ("pero no te quedes despierto hasta muy tarde", le ha dicho Angela, su madre). Roberto sabía de computadoras aún antes de tenerla. Sus amigos se han intercambiado sus experiencias, y además las usa en su escuela y en el instituto donde toma clases de computación. La mayoría de los conceptos que maneja no son nuevos para él, pero por primera vez puede experimentar a sus anchas. Todo al alcance de un clic. El sabe lo que es un virus, pero aunque tiene muchas dudas, el concepto de programa lo tiene bastante claro, aunque no entienda mucho de lenguajes. Tal vez cuando sus amigos le pasen algunos programas que le prometieron, ayudado con algunas revistas españolas, que por alguna extraña razón siguen llegando a Uruguay con más de tres meses de retraso, pueda experimentar algo que lo apasiona, crear sus propios programas. Cualquiera que sepa buscar, o que tenga paciencia, puede encontrar en Internet las herramientas para hacer un virus. Sin embargo, cuando Roberto se encontró con esa página, su cuerpo se acomodó en la silla para estar más cómodo, mientras leía con atención, aprovechándose de sus excelentes notas en inglés. Las instrucciones eran claras. En forma sencilla, solo debía llenar con sus datos cuatro casillas y seleccionar entre dos o tres opciones, y finalmente pulsar en el botón de "Generate" para crear lo que sin dudas sería su primer virus de computadora. Un par de simples clics. Roberto se sentía muy feliz. Estudió el código, y aunque algo había leído de Basic y esas cosas, la mayoría del texto todavía no lo entendía. Pero si sabía como hacer para cortar y pegarlo en el editor de macros de Word, y agregarlo a un documento. Lo emocionaba leer su nombre dentro del código:
Estuvo hasta bastante tarde jugando con esto, pero no obtuvo resultados visibles que lo recompensaran, aunque igual se sentía feliz por tener un virus creado por él, y con su nombre... hasta que finalmente Roberto se durmió.
Lo que Roberto no se animó a decirle a su madre, una semana después de lo arriba relatado, es que él había infectado el documento que Angela debía llevar a su oficina para enviar a su lista de clientes, y que ocasionó la perdida de un negocio importante. Es que cuando alguien intentó borrar el virus que su antivirus había detectado, también borró el original, y hubo que rehacer el documento de 20 páginas, cosa que no pudo hacerse a tiempo para entregarlo antes que la competencia. |
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