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Entre el miedo y la comodidad
 
VSantivirus No. 1263 Año 8, lunes 22 de diciembre de 2003

Entre el miedo y la comodidad
http://www.vsantivirus.com/21-12-03.htm

Por Jose Luis Lopez
videosoft@videosoft.net.uy


Hace poco un amigo me comentaba con asombro y al mismo tiempo cierta impotencia, que ya le daba miedo conectarse a Internet. "He tenido que reinstalar todo más de tres veces en el último año, y por lo menos en una oportunidad, perdí todos mis documentos de trabajo".

Claro, mi primera pregunta fue si tenía antivirus actualizado cuando ello le ocurrió. Estoy acostumbrado a una respuesta que casi siempre intenta eludir la propia culpa, amparado en un desconocimiento que no es tal, solo para no reconocer que la comodidad siempre gana la partida.

Es que la mayoría de las personas, odian estar pendientes de actualizaciones, parches, o cualquier cosa que signifique seguir una rutina diaria, tal como asegurarse de que el antivirus se actualizó, o si es necesario un nuevo parche para el sistema operativo.

En una de nuestras listas, una asidua participante, que conoce ampliamente nuestra prédica de seguir una conducta definida y responsable para evitar las infecciones, comentaba con cierta culpa que le era muy difícil evitar abrir esos mensajes misteriosos que le llegaban, "porque siempre podría ser algo que me podría interesar, aún cuando no lo hubiera pedido".

Y ni que hablar que al insistirle en deshabilitar la vista previa en su programa de correo, a regañadientes confesaba que eso era una comodidad que le costaba mucho abandonar.

Claro está, que esa misma persona, hace un tiempo, tuvo que pagar un costo mayor cuando un virus le hizo perder toda su información personal, incluidos documentos que quizá nunca vuelva a recuperar.

El suyo no es el único caso por supuesto. Pero es paradójico que quienes desean estar protegidos, sin tener que "sacrificar comodidades", casi siempre también sean los más acérrimos enemigos a mecanismos automáticos que pretenden ayudar en ese tema.

Un ejemplo; una de las últimas versiones de un conocido cortafuegos de uso personal (ZoneAlarm), incluyó una opción automática para examinar si existen actualizaciones a los efectos de descargarlas apenas aparezcan. La mayoría de los usuarios, por múltiples motivos, estuvieron disconformes con ese tipo de actualización; tal es así que apenas un mes después, se publicó una nueva versión en donde se volvió a cambiar la opción automática por la antigua, que le da al usuario la opción de elegir.

Por supuesto que es una situación extrema, pero explica a lo que me refiero. Cómo también es cierto que en el caso de los antivirus, la mayoría de los productos en el mercado, poseen una forma de actualización automática para sus bases de datos. Pero el problema con esto, es que no todas las personas la activan para hacer la descarga con la regularidad aconsejada hoy día; esto es, cada una hora, al menos para quienes poseen conexiones de banda ancha las 24 horas del día.

Lo mismo pasa o pasará con otra clase de software. Por ejemplo, entre los anuncios de Microsoft para aumentar la seguridad de sus productos, está la posibilidad de actualizaciones automáticas. Para muchos, ésta es una buena noticia, pero apuesto que "en la vida real", otros tantos estarán disconformes; bien porque lo consideran un atentado a su privacidad, como por el hecho de estar utilizando software ilegal y temer las represalias.

Cómo si todo ello fuera poco, en muchos países no hay una verdadera conciencia de la importancia de los virus informáticos para las economías actuales. Por ejemplo, hace unos días, dos jueces argentinos, sobreseyeron a un individuo acusado de enviar virus a través del correo electrónico. Para los jueces, el fallo estaba justificado porque a pesar de haber ocasionado grandes perdidas económicas a una empresa, "la figura de daño sólo puede verificarse cuando alguien 'le destruya o inutilice' a un tercero una cosa mueble, inmueble o un animal". Y una red informática no se enmarca en ninguna de esas clasificaciones para las leyes argentinas.

Es cierto que las leyes de muchos países están muy desactualizadas con el mundo de hoy día. Pero, ¿cómo se explica que en Estados Unidos o España, se traten hechos fundamentales sin actitudes más decididas?. El spam, ya de por si, es una verdadera lacra para quienes usamos correo electrónico. Pero lo más terrible, es que las técnicas usadas por los spammers, se apoya en tecnología desarrollada por creadores de virus. Y viceversa, muchos virus se propagan a través del envío masivo en forma de spam.

Cuando se espera que a principios de 2004, el 70% de los mensajes electrónicos circulando por las redes, sea correo basura (actualmente es casi el 60%), es fácil deducir que el spam y los virus, están hoy día muy emparentados, y por lo tanto, para luchar contra uno hay que hacerlo también contra el otro.

Sin embargo, en Estados Unidos el presidente Bush aprobó una ley que de alguna forma "legaliza" el spam, en lugar de terminarlo. Y en España, la tan discutida LSSIE (la Ley de Servicios de la Sociedad de la Información y del Comercio Electrónico), creada con la intención de terminar con el envío de correo no solicitado, termina permitiéndolo.

La sociedad virus-spam tiene otra faceta, que para personajes tan importantes en el mundo de los antivirus, como Eugene Kaspersky, puede ser preocupante. El spam genera dinero, tanto que es muy probable que lo controle una mafia. Para Kaspersky, el crimen organizado podría asumir el control de programadores de virus y distribuidores de spam. La razón es algo fácil de explicar, es un negocio que vale millones de dólares.

En el otro extremo de este panorama nada agradable, estamos nosotros, los simples usuarios "de a pie", y los que terminamos pagando los platos rotos. O bien por la molestia de tener que desactivar una comodidad como el panel de vista previa, o por la cantidad de dinero extra que le terminamos pagando a las telefónicas por culpa de descargar cientos de mensajes que no pedimos, y que además pueden tener virus.

Y aunque seguramente se repetirá en otros usuarios (y cada vez más), la decisión de mi amigo de restringir sus conexiones a Internet por un simple y directo temor, también es cierto que se puede sobrevivir si simplemente cambiamos nuestra actitud ante el uso de nuestra computadora.

Por supuesto, no es la mejor solución, y seguro tampoco la más cómoda, pero establecer una actitud crítica y responsable sobre el correo recibido, borrando sin más todo aquello que parezca sospechoso, aunque lo mande un conocido, y vencer la curiosidad de abrir todo mensaje que llegue a nuestra bandeja de entrada, es el primer paso que deberíamos dar.

El siguiente, es convertir nuestro acceso a Internet en una estricta rutina, para mantener al día nuestros antivirus y nuestros programas, complementado con alguna inscripción a sitios que nos remitan diariamente la información actualizada de lo que está ocurriendo "ahí afuera" en el tema virus y seguridad.

Luego de ello, podremos disfrutar de todo lo maravilloso que tiene la red, y el esfuerzo habrá valido la pena.


Relacionados:

En Argentina es legal distribuir virus
http://www.vsantivirus.com/rzw-19-12-03.htm

Kaspersky: "La mafia controlará los virus y el spam"
http://www.vsantivirus.com/dt12-12-03.htm

Guía de supervivencia: Consejos para una computación segura
http://www.vsantivirus.com/guia-de-supervivencia.htm




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