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¿Cómo funciona el proxy-caché de Telefónica?
 
VSantivirus No. 935 - Año 7 - Martes 28 de enero de 2003

¿Cómo funciona el proxy-caché de Telefónica?
http://www.vsantivirus.com/proxy-cache2.htm

Nota VSA: Aunque toda referencia directa en este artículo es a España, las consecuencias de la implementación de un sistema proxy-caché puede afectar a cualquiera cuyo proveedor de Internet aplique alguna política similar en algún momento. En Uruguay por ejemplo, existieron hace un tiempo quejas de algunos usuarios de Adinet, sobre la imposibilidad de actualizar ciertos sitios al navegar por la red UruguayNet. Aunque nunca vimos una respuesta oficial, se supone que ese problema estaba relacionado con el uso de un proxy. Actualmente esto no parece estar ocurriendo, ni tampoco existe algo así instalado en nuestras conexiones ADSL o telefónicas.

¿Cómo funciona el proxy-caché de Telefónica?

Por Antonio Caravantes
antonio@caravantes.com

Publicado originalmente el 27/ene/03 en http://www.caravantes.com/arti03/proxy2.htm

En otro artículo anterior (El lío del proxy-caché, http://www.caravantes.com/arti03/proxy.htm) ya expliqué las principales características y consecuencias del tinglado proxy-caché que está implantando Telefónica. Pero este tema sigue en el punto de mira de los usuarios, que se encuentran con ciertas dificultades imprevistas, o no entienden algunas de las repercusiones que eso tiene sobre ellos (más detalles en Quejas de los internautas ante la adopción del ‘proxy’ por parte de Telefónica, http://www.internautas.org/article.php?sid=798). Así pues, vuelvo a la carga en otro intento por aportar un poco más de luz sobre el tema. Empezaremos tratando de analizar con un poco de detalle el funcionamiento de ese proxy-caché.

Hay ciertas páginas que nunca deben ser obtenidas del caché (páginas dinámicas, páginas seguras, etc.) y se suele decir que el proxy-caché no afecta a la recepción de esas páginas. Pero la realidad es que sí afecta en algo, porque en ese caso el proxy-caché perderá un tiempo adicional (e inútil) en reconocer que esa página es especial y que no debe ser buscada en el caché. Tras esa pequeña demora, la página será solicitada al servidor remoto que la aloja realmente. Así pues, la carga de estas páginas siempre hubiera sido un poquito más rápida sin proxy-caché.

Los defensores del proxy-caché pueden alegar que ese retardo es mínimo, imperceptible, y que el usuario no debiera tener problemas en soportarlo puesto que el proxy-caché también le compensa con unas ventajas mucho mayores en cuanto a la obtención de páginas estáticas normales. Más tarde comentaré lo que hay de cierto sobre lo "imperceptible" que resulta ese retardo, pero ahora voy por el otro lado: tratemos de analizar lo que pasa exactamente con las páginas estáticas normales (no seguras).

Cuando un usuario solicita una página estática, puede ocurrir que esa página no esté guardada en el caché de telefónica. En ese caso, el proxy-caché acabará obteniendo la página del servidor remoto, como si no existiera el proxy-caché, pero con la diferencia de que se ha producido otro "pequeño" (e inútil) retardo adicional: el proxy-caché ha necesitado un tiempo en hacer el chequeo para averiguar si la página estaba en su caché. Insisto en que más tarde volveré sobre lo "mínimo e imperceptible" de estas demoras.

La situación es muy distinta cuando solicitas una página que sí está guardada en el caché. En ese caso la página es recuperada del disco-caché y se supone que así se te puede entregar con más rapidez. Pero incluso las páginas guardadas en el caché han de pasar otra serie de controles, como el test de caducidad: el sistema debe chequear si la copia guardada en el caché ha superado su caducidad; en caso afirmativo también se producirá otra pequeña demora inútil: tras esa comprobación, finalmente habrá que volver a solicitar la página del servidor remoto, y también se ha perdido un tiempo "inútil" en sacar la página del disco-caché y comprobar su caducidad.

Ahora falta averiguar si obtenemos una ventaja sustancial en las páginas que sí pueden ser recuperadas del disco-caché y que han superado todos los tests (caducidad, etc.). En realidad, el beneficio o ahorro de tiempo depende de muchos factores. ¿De cuántas páginas hablamos? ¿De cuántos usuarios accediendo simultáneamente a esas páginas? ¿Cuál es la agilidad del proxy-caché para buscar y recuperar esas páginas? ¿Cuál hubiera sido el tiempo necesitado para recuperar la página del servidor remoto?

Hay un grave problema para dimensionar sistemas proxy-caché tan mastodónicos como los que parece estar implantando Telefónica. Hemos de empezar considerando que esos proxy-caché están ubicados en el entramado ADSL de Telefónica, entre los proveedores (Terra, Wanadoo, Ya.com, etc.) y los usuarios (y así se explica que esto esté afectando por igual a los clientes de todos esos proveedores, clientes de ADSL solamente). Pero la información suministrada por Telefónica es escasa en cuanto a los detalles técnicos de sus sistemas proxy-caché, y no explican nada sobre las características de hardware y software de esos sistemas, ni sobre la carga de trabajo que ha de soportar cada uno. http://www.telefonicaonline.com/on/es/micro/adsl/proxycache/guias.htm

Actualmente hay más de 950.000 líneas ADSL. Imagina el número de páginas diarias que son consultadas diariamente por todos esos usuarios. Telefónica dice que esa carga de trabajo no se concentra en una sola máquina, lo cual es muy lógico (y además ha sido comprobado por los usuarios). Pero Telefónica tampoco nos dice cuántos sistemas proxy-caché está instalando, ni cuál es su ubicación exacta... Quizá soy malpensado, pero me atrevo a suponer que Telefónica prefiere omitir toda esta información porque esos datos pueden ser deprimentes y disgustarían a los usuarios.

Aunque hubiera un proxy-caché en cada centralita telefónica (por ejemplo) todavía ocurriría que algunos de esos sistemas tendrían una grandísima carga de trabajo. ¿Se trata de máquinas suficientemente potentes como para afrontar esa labor sin ocasionar demoras? Con un gran volumen de páginas y usuarios, el proxy-caché puede tardar más en hacer sus gestiones (chequear si tiene almacenada la página en su disco duro, y obtenerla de ahí) que lo necesario para obtener la página del servidor remoto que la aloja. Como ya expliqué en el artículo anterior, Telefónica siempre obtiene un beneficio económico del proxy-caché, aunque ese sistema perjudique a los usuarios porque ralentiza su navegación.

Bueno, creo que ya hemos revisado todas las opciones generales para páginas web. Pero algunos usuarios también se quejan -muy sorprendidos- de que el resto de sus transferencias parezcan igualmente "frenadas" por el proxy-caché. Hablamos de correo electrónico, de chat, de transmisión de ficheros a través de programas de intercambio como Kazaa o eDonkey, etc.

Pues -sorpresa- ocurre que la interposición de un sistema proxy-caché también perjudica a estas otras operaciones que teóricamente no tienen nada que ver con ese sistema. Todo eso, antes era una transferencia de datos que carecía de estaciones entre el usuario y su proveedor. Ahora en algún sitio intermedio tiene que haber un sistema de chequeo para ver si cada paquete de datos debe ser "interceptado" por el proxy-caché o debe continuar su camino por la otra vía. Y resulta que ese chequeo también consume un tiempo (inútil), que ralentiza la transferencia. De nuevo puede alegarse que este retardo es mínimo e imperceptible, pero ya es hora de empezar a analizar si eso siempre es así, o si hay ocasiones en que esos retardos puedan llegar a ser un grave problema.

Quien conozca el sistema TCP/IP de transmisión de datos sabrá que un fichero no es transmitido como un conjunto compacto, sino que es fragmentado en pequeños paquetes que viajan independientemente y que son nuevamente "ensamblados" en el ordenador de destino. Para cada uno de esos pequeños paquetes se producirá una leve demora, que quizá sea insignificante. Pero el resultado de acumular muchas pequeñas demoras sí puede resultar apreciable. Si estás enviando o recibiendo mensajes de correo, pues igual. Y si estás en un chat, cada frase que envías o recibes también es afectada por un leve retardo.

Resumiendo, la realidad es que TODO va más despacio (mucho o poco, pero más despacio), excepto las páginas estáticas que nos puedan ser entregadas directamente desde el proxy-caché; esas páginas pueden ir más deprisa o más despacio, según circunstancias.

A unos usuarios les puede ir mejor que a otros, dependiendo de las características y sobrecarga del proxy-caché que le sea asignado. Puede suceder que algunos ni lo noten, que otros resulten muy perjudicados e incluso puede haber quien obtenga ventajas importantes cuando navegue por páginas estáticas no caducadas. Por lo que voy percibiendo, abundan más los mensajes de quien se considera perjudicado; claro que eso no me parece muy fiable porque a quien le van bien las cosas no suele escribir un mensaje para contarlo. Solo por eso me permito traer aquí la reflexión favorable de un internauta, que termina con una frase sorprendente:

...Yo, aun no se si afortunada o desafortunadamente, sigo bajo proxy (que por cierto cambia de IP de vez en cuando)... una navegación fabulosa y digo fabulosa porque las paginas estáticas ya cacheadas bajan como si fuese una foto a la pantalla en Opera, IE, Mozilla y Netscape...
... de cualquier forma, aunque me gustaría echar pestes del proxy, en mi caso no puedo.

:-)  Que nadie tome este ejemplo como algo representativo, pues ya he dicho que abundan más las quejas, y entre ellas veo bastantes que me parecen objetivas, que no solo responden a un prejuicio contra Telefónica. Hacen falta más datos y más tiempo para intentar una valoración objetiva.

Muchos otros proveedores de acceso a Internet también utilizan sistemas proxy-caché, que ocasionan unos trastornos mínimos a sus usuarios. Por ejemplo, es habitual que las universidades utilicen esta tecnología. Yo mismo, durante años fui cliente de Retecal (cable), que tenía instalado un proxy-caché... y eso solo me ocasionó algunas molestias mínimas, que además aprendí a resolver fácilmente. Como ya he dicho, el problema de Telefónica seguramente sea que sus proxy-caché están dimensionados insuficientemente.

Estamos hablando de una instalación insuficiente, que en castizo habría que describir como "racanería de hardware". Quizá haya quien piense que eso no es posible, o que sería algo "vergonzoso, inadmisible, inaudito". La realidad es que eso es algo bastante habitual en Internet. Trataré de explicarlo mediante un ejemplo concreto.

Sin proxy-caché, muchas veces tardamos diez segundos en recibir –completa- una página que hemos solicitado. Prueba, en un caso como ese, a cronometrar ese tiempo, y luego guarda esa página (completa, con imágenes y todo) en el disco duro. Suma el número de bits implicados en esos ficheros guardados. Finalmente, haz la cuenta, dividiendo esos bits (no bytes) entre el caudal teórico de la conexión (bits por segundo): seguramente compruebes que la recepción de esa página se debería haber completado en la mitad o la cuarta parte del tiempo, según tu velocidad de conexión. Pregunta: ¿A que se debe que estemos recibiendo páginas a una velocidad muy inferior a la prevista? Respuesta: a los sistemas insuficientemente dimensionados que están implicados en la transmisión de esa página.

Algunas veces el cuello de botella está en el propio servidor remoto, el que aloja la página o el archivo solicitado. Ese servidor puede tener un hardware muy insuficiente (lento), en proporción al número de páginas/archivos que le son solicitados por minuto. La realidad es que pocos responsables de servidores se preocupan seriamente de cuidar este detalle, porque corregirlo implica una inversión económica (hardware más potente), cosa que no les interesa o que no pueden asumir. Así ocurre que el servidor es incapaz de entregar páginas/archivos al ritmo de las peticiones, y trata de solucionar ese problema poniendo "en cola" las peticiones.

Esto es una buena estrategia para solventar un pequeño aluvión de peticiones simultáneas, que son atendidas por turno. Si luego decrece el ritmo de peticiones, la situación se normaliza. Pero si el ritmo de peticiones continúa siendo superior al de entregas, la cola crece y crece, las páginas o archivos son entregados cada vez con más retraso... El internauta muchas veces se cansa de esperar y abandona; otras veces es el navegador el que da por fracasada la operación, al rebasarse un tiempo prudencial sin haber obtenido datos del servidor. Estas "cancelaciones" de las páginas pedidas son las que impiden que la cola siga aumentando ilimitadamente, y el resultado final es que la cola se acaba manteniendo en valores aproximadamente proporcionales a la paciencia de los internautas y sus navegadores.

Si has entendido el caso descrito (falta de dimensión en el hardware de un servidor, que ocasiona colas y demoras en los resultados) ya estás en condiciones de aplicar la misma teoría a un proxy-caché: si ese dispositivo no tiene un hardware suficiente, en proporción a tráfico soportado, sin duda tendrá que organizar una cola e ir demorando las operaciones. Esto es aplicable, en primer lugar a las páginas estáticas que han de ser recuperadas del caché, pero también puede pasar con las otras operaciones.

Como ya se explicó, solicitar una página dinámica implica un pequeño retardo porque en algún sitio tiene que haber un mecanismo chequeando ese tipo de solicitudes, para no pasarlas por el proxy-caché. ¿Cuántas de esas operaciones de chequeo puede hacer ese mecanismo, por segundo? ¿Cuántas de esas operaciones solicitan los usuarios conectados, en ese mismo período de tiempo? ¿Cuánta cola hay en eso? Quizá el retardo no sea tan mínimo como parecía inicialmente. Por último, ¿cuál es el límite de paciencia que asumirán los internautas y los navegadores implicados?

Ahora hay que aplicar planteamientos similares a otros procesos que también estaban afectados por retardos teóricamente mínimos: páginas estáticas que no estaban en el caché, páginas estáticas que sí están en el caché pero han caducado, transferencias que no son páginas web (correo-e, chat, transmisión de ficheros, etc.). Un hardware insuficiente puede estar perjudicando gravemente cada una de estas operaciones, porque cualquiera de ellas puede quedar en una cola y ser atendida con una demora significativa.

Pero también es indudable que un proxy-caché puede aportar inconvenientes mínimos (algunas ralentizaciones inapreciables) frente a ventajas muy importantes: obtención mucho más rápida de las páginas estáticas que están guardadas en el caché. Eso es lo que puede ocurrir si las máquinas son suficientemente potentes y ágiles, en proporción a su carga de trabajo.

Independientemente del proxy-caché, también puede haber demoras por otros motivos: algunas veces el problema está en los sistemas de nuestro propio proveedor de acceso a Internet. Todas nuestras transferencias pasan por esos sistemas, que pueden estar mal dimensionados o que pueden estar conectados al resto de Internet con un ancho de banda insuficiente para el número de usuarios y transferencias concurrentes. Ahí también se suelen producir colas y demoras.

En otras ocasiones el cuello de botella está en cualquiera de los puntos intermedios (líneas, routers) que van desde el proveedor de acceso al servidor remoto. Más colas y más demoras. Lo más grave de todo esto, es que si hay varias demoras en puntos distintos, el transito de datos será retenido primero en un sitio y luego en otro. Aquí no vale estar en la cola de la carnicería mientras tienes ya cogido el turno para la pescadería. Sería más realista otro símil: te bajas de un telesilla y comienzas la cola en el siguiente, sin posibilidad de simultanear la cola de dos telesillas sucesivos.

Tradicionalmente, la mayoría de los internautas ha soportado con bastante paciencia la lentitud ocasionada por estos problemas. Frecuentemente, uno se limita a decir que "Internet" es muy lenta, pero al final esta situación se acepta con resignación "cristiana", sin cabreos. Sin embargo, muchos de esos mismos internautas parecen aplicar un criterio de TOLERANCIA CERO cuando creen que alguna demora ha sido ocasionada por el proxy-caché (o cualquier otro artilugio) de Telefónica. Objetividad cero. Ya se sabe que Telefónica y Microsoft despiertan pasiones :-)

También ocurre que muchas veces un tema está en el ojo del huracán, como ahora por este tema de los proxy-caché. Y eso hace que muchos internautas crean que todos los problemas "nuevos" están relacionados con ese asunto. La realidad puede ser muy distinta, y para ejemplo basta un botón: 26-01-2003. Nuevo ataque al corazón de Internet... Las consecuencias del ataque esta vez si se han dejado notar y ayer hubo muchos problemas de conexión... (http://www.internautas.org/article.php?sid=801).

A pesar de todo lo dicho, son absolutamente comprensibles las quejas de quienes han visto que la implantación de esos proxy-caché ha ralentizado gravemente su navegación y sus otras operaciones, o que por culpa de esos nuevos sistemas ahora se encuentren en dificultades que antes no existían. Internet ya funciona bastante mal por sí misma, pero todos tenemos derecho a protestar si creemos que Telefónica lo está estropeando aún más. Eso también es cierto, sobre todo si Telefónica mete la zarpa-caché donde ningún usuario quería que la metiese. Y más aún si las demoras se producen en una parte del circuito que estamos pagando directamente.

Efectivamente, yo puedo ser muy tolerante con las demoras de google.com, puesto que no pago nada para usar o costear ese servidor. Pero si pago el ADSL, también tengo derecho a exigir que funcione. E incluso creo que tengo derecho a esperar que no me lo cambien: "virgencita, virgencita, que me quede como estoy".

El cliente había contratado la conexión ADSL con un proveedor concreto (Terra, Wanadoo, Ya.com, etc.). Aunque todos sepamos que el ADSL es de Telefónica (porque la línea es de Telefónica), se nos había dicho que esa tecnología (ADSL) solo funcionaba como un "tubo" de alta capacidad, y cuya finalidad era únicamente enlazar nuestro ordenador personal con el del proveedor elegido.

Pero ahora nos encontramos que el ADSL no es un simple "tubo" que mueve los datos entre otros dos ordenadores. Ahí -en el ADSL- han interpuesto una cosa (el proxy-caché) que modifica el funcionamiento y la velocidad de las transmisiones. Ni siquiera es cierto que ese cacharro sea transparente del todo, puesto que se le puede detectar porque modifica las cabeceras de algunas comunicaciones (y eso ocasiona problemas laterales). Como mucho, es un proxy-caché translúcido. Quizá sea que tiene los cristales un poco sucios.

Se me ocurre que este punto de vista quizá pueda aportar una perspectiva jurídica nueva: quizá por ahí se pueda denunciar que el ADSL está haciendo algo distinto a lo prometido o anunciado en la publicidad. Como dije, se nos había vendido el ADSL como una tecnología tipo "tubo" que no modificaba ni intervenía en las transmisiones, y ahora resulta que ahí dentro hay una especie de parásito que rompe totalmente aquella idea. Además, las "manipulaciones" están siendo realizadas por una empresa distinta (ajena) a las partes que han firmado el contrato de conexión (proveedor de acceso a Internet, y cliente). En fin, no soy jurista y no puedo estar seguro, pero ahí dejo esa pista por si hubiera algún abogado que quiera representar el papel de David (contra Goliat).

Esa es una diferencia importante respecto al proxy-caché de otros proveedores: en esos otros casos, el proxy-caché está siempre más allá de la línea que enlaza nuestro ordenador con la red informática del proveedor. O sea que la conexión con el proveedor de acceso sí es directa, transparente y sin manipulaciones intermedias. Si el proveedor decide instalar un sistema proxy-caché, lo hará en sus sistemas informáticos, más allá del punto de conexión.

Además, es posible que ese proveedor me informe de las características del proxy-caché, e incluso tal vez me dé opción a participar en decisiones para una mejor gestión de ese cacharro. En todo caso, si no me gusta lo que me ofrece ese proveedor, pues rescindo el contrato y me voy a buscar otro proveedor que encaje mejor con mis intereses. Lamentablemente, con el ADSL (y su proxy-caché) no hay alternativas, no puedo decir que quiero "otro ADSL" que carezca de proxy-caché. El ADSL es único, al igual que todas las cosas importantes: Dios es uno (y trino), España es una (grande y libre), madre no hay más que una, y el ADSL también es único (de Telefónica y con caché).

Respecto a otros problemas relacionados con el proxy-caché de Telefónica, habría que revisar cada caso concreto para averiguar si la responsabilidad es realmente del proxy-caché o de otra de las partes implicadas en la comunicación. También como ejemplo, resumo aquí el caso de una usuaria que se ha puesto en contacto conmigo para pedirme ayuda.

Lola trabaja desde su casa usando un ordenador con conexión ADSL (el proveedor es Terra) para acceder al servidor de su empresa. Ese servidor identifica la conexión de Lola por su dirección IP (fija) y de esa forma le permite un acceso con privilegios, cosa necesaria para las labores concretas que ella hace en la empresa. El caso es que ahora el servidor de la empresa no reconoce adecuadamente la dirección IP de Lola, y por lo tanto no le permite hacer su trabajo. Lola ha consultado con su empresa, con Terra, con Telefónica, y nadie le resuelve el problema. Ni siquiera le explican cuál es el problema. En su empresa, lo único que le dicen es que eso pasaba antes del proxy-caché, así que el problema no puede ser de ellos. El caso es que desde el 10 de Enero Lola no puede trabajar... y tampoco cobra. :-(

Mi punto de vista es que ese problema no es del proxy-caché, sino del servidor de la empresa, que utiliza un método inadecuado para identificar la dirección IP de Lola.

La Asociación de Internautas ha puesto en su web una sencilla página que SIEMPRE es capaz de identificar la verdadera dirección IP del usuario que accede. ADEMÁS esa página también es capaz de reconocer si el acceso se hace a través de un proxy-caché o sin ese dispositivo intermediario: http://www.internautas.org/detectaproxy.php

Para cualquier buen programador es sencillo crear y afinar sistemas de reconocimiento como ese. Los técnicos de la empresa de Lola también podrían usar algo parecido para identificar acertadamente la dirección IP de Lola, independientemente del proxy-caché.

Una cosa buena de este proxy-caché es que va a destapar la incompetencia de muchos informáticos que hasta ahora parecían estar haciendo bien su trabajo. Y lo malo es que habrá muchos usuarios como Lola que tendrán que pagar cara la ineficacia ajena y el "exceso de eficacia" de Telefónica. Desde aquí le hago un ruego a Telefónica: que quiten esos sistemas proxy-caché, y que no intenten hacer ninguna otra cosa para "mejorar" nuestras conexiones.

Aquí hago un inciso para recomendar a todos los afectados (internautas, webmasters, responsables de sistemas, etc.) que empiecen consultando las guías publicadas por la propia Telefónica respecto al proxy-caché, pues es una buena documentación de partida para todo aquel que necesite ponerse las pilas. http://www.telefonicaonline.com/on/es/micro/adsl/proxycache/guias.htm.

Terminado el inciso, volvamos a la realidad, que suele ser compleja. Habitualmente ocurre que el problema no está ocasionado por un único responsable. Conectamos a Internet mediante unos programas concretos, de un fabricante; usamos una línea física (ADSL o lo que sea) que depende de otra empresa; enlazamos a través de un proveedor de conexión determinado; accedemos a unos servidores remotos que también suelen ser de una cuarta entidad. Y suele pasar que las cosas acaban fallando porque más de uno (de esos implicados) está cometiendo "pequeñas" irregularidades técnicas.

Cada uno de esos responsables dirá que la culpa del problema es de los otros, que si todos los otros funcionaran de un modo técnicamente correcto las cosas irían bien. Seguramente tienen razón al decir esto, porque cada uno de ellos sabe que su pequeña irregularidad no tendría consecuencias si los otros tuvieran unos sistemas tecnológicamente intachables. Pero también es cierto que más de uno añade sus propias irregularidades técnicas por incompetencia o por falta de interés o por otros motivos: quien critica la paja en ojo ajeno puede tener razón, pero eso no garantiza que él carezca de pajas (o vigas) en sus propios ojos. El resultado es que la sumando las pajas de unos y otros acabamos convirtiendo el pasillo en un pajar infranqueable, la casa sin barrer y el usuario está fastidiado por culpa de unos y otros.

Así pues, tampoco seré yo quien diga que el proxy-caché de Telefónica funciona perfectamente. No he hecho un análisis exhaustivo para comprobarlo (ni tengo intención de hacerlo, ni capacidad). Pero hay varios detalles que me inducen a recelar.

Son bastantes los usuarios que parecen estar afectados por un proxy-caché "de tipo Guadiana", que aparece y desaparece: un día conectan a través de ese sistema, otro día tienen una conexión directa sin proxy-caché, y en otra jornada posterior vuelven a estar afectados por ese dispositivo. Estas activaciones y desactivaciones me hacen suponer que esos proxy-caché no funcionan tan bien como Telefónica quiere hacernos creer. Y tampoco es irrelevante el hecho de que algunos internautas estén siendo afectados por un proxy-caché que cambia de dirección IP, según los días. ¿Está telefónica haciendo "pruebas"? ¿Corrigiendo fallos imprevistos? Estaría bien que nos explicara lo que pasa. Transparencia quiero, para quitarme el recelo.

A favor de Telefónica, he de decir que ha aceptado con prontitud una entrevista con representantes de la Asociación de Internautas, que le habían solicitado aclarar algunos detalles y -sobre todo- afrontar las quejas de los usuarios. Los medios de comunicación ya dan detalles de las conclusiones:

Ambas partes se han comprometido a crear un grupo de trabajo que estudie el impacto que esta tecnología está teniendo en la Internet española.

Además Telefónica se ha comprometido a aclarar las características de estos dispositivos, su ubicación y otros aspectos relacionados. Pero sobre todo sería deseable que Telefónica colaborase más en atender a los problemas de los usuarios, y hacer lo posible por solucionarlos o explicarlos. El problema de Lola no se lo tomaron con mucho interés, quizá ahora puedan canalizarse mejor las quejas, a través de la página de la Asociación de Internautas: http://www.internautas.org

Todo este asunto esconde un problema de fondo bien distinto, que antes ya apunté de pasada. Me refiero al cuasi-monopolio que existe en España, en lo relativo a líneas de telefonía fija.

Algunos ciudadanos (afortunados ellos) tienen la opción de contratar la telefonía y el acceso a Internet con una empresa de cable. Otros muchos solo tienen la posibilidad de recurrir a Telefónica. Aunque teóricamente existan otras empresas con licencia para instalar líneas telefónicas, la realidad es que ninguna parece dispuesta a invertir en esa dirección (pandilla cobardes) y la Telefónica de siempre sigue operando en este terreno como un monopolio de hecho. Para esa gran cantidad de ciudadanos, el ADSL (de Telefónica, claro) es la única posibilidad de conseguir un acceso "razonable" a Internet. De nada me sirve la libertad de mercado si las únicas alternativas que encuentro al ADSL de Telefónica son...

A) Conexión por parabólica y satélite, carísimo.

B) El módem de siempre, demasiado lento (no es "banda ancha").

Eso es lo que nos obliga a usar un sistema proxy-caché. No son lentejas -el que quiere las come, y el que no, las deja-; es "café para todos": si te gusta el café, estupendo; y si no te gusta, pruébalo otra vez, hasta que te acostumbres. Banda ancha = ADSL = proxy-caché.

Por esta situación de cuasi-monopolio, es por lo que Telefónica debería mostrar una delicadeza mucho mayor que la vista hasta ahora. Da igual que el problema de Lola esté generado por los informáticos incompetentes de su empresa: Telefónica debía haberse mostrado más comprensiva y haberle explicado lo que pasa realmente. Si fuera yo, incluso me habría disculpado por ocasionar el problema, aunque el fallo no fuese mío. Esa es la única vía ética para una empresa que tiene el privilegio de funcionar en régimen de cuasi-monopolio. Al menos, esa es la vía para no seguir perdiendo credibilidad y confianza como ha sucedido tradicionalmente con Telefónica: en un caso como el de Lola, ni siquiera se molestado en echar la culpa a otros, ya le bastaba con ignorar las quejas porque sabía que los clientes no podían irse a otra empresa de la competencia. :-(

Por último, no puedo terminar este artículo sin hacer una referencia a los proveedores de acceso a Internet que ofrecen servicio ADSL. Por lo que yo sé, la mayoría de esos proveedores no ha hecho declaración alguna sobre este tema del proxy-caché. Seguramente están intentando pasar desapercibidos: puesto que los usuarios se lo están tomando mal, los proveedores prefieren no moverse, para no salir en la foto: que las iras de los internautas caigan solo sobre Telefónica, que tiene más dinero para hacer publicidad con la que contrarrestar a las hordas.

Pero ellos tienen una responsabilidad directa con sus clientes, puesto que esos clientes han contratado el ADSL con los proveedores, y no con Telefónica. Los proveedores nos ofrecen un paquete en el que se encuentra englobado el servicio ADSL, que ellos -a su vez- obtienen de Telefónica. Por lo tanto, si el ADSL no funciona bien por culpa del proxy-caché, la vía lógica es que los usuarios reclamen a sus proveedores de conexión. Esos proveedores tendrán que exigir a Telefónica que suministre un servicio ADSL correcto (ágil y sin fallos) y/o que sea por lo menos como el pactado (¿sin estaciones ni manipulaciones intermedias?).

Incluso sería comprensible que algún proveedor ya se hubiese puesto del lado de los usuarios, iniciando trámites para exigir a Telefónica, antes de que le exijan a él. Eso le hubiera granjeado la simpatía de los internautas, una mejor imagen ante ese público. ¿Por qué no han iniciado esos trámites para exigir a Telefónica? ¿Por qué no defienden los derechos de sus clientes?

La respuesta es muy sencilla: El proxy-caché genera una situación muy ventajosa para esos proveedores: todas las páginas web que sean entregadas por el proxy-caché suponen un beneficio para el proveedor, puesto que él se evita asumir tareas relacionadas con esas páginas. De hecho, el proveedor ni siquiera llegará a enterarse de que el usuario ha solicitado (y recibido) esas páginas. El proveedor se evita una buena carga de trabajo para sus máquinas, y además ahorra mucho ancho de banda en su conexión hacia el exterior de Internet. Al final, todo esto repercute en una importante reducción de los gastos, y así puede obtener unos mayores márgenes de beneficio. El proveedor nos va a seguir cobrando una cuota completa, cuando la realidad es que solo nos presta medio servicio. La otra mitad del trabajo se la va a hacer el proxy-caché de Telefónica.

Los proveedores no solo están intentando que su responsabilidad pase desapercibida, sino que además están implicados económicamente en una maniobra de ética muy dudosa. No les importa que por culpa de este asunto algunos usuarios salgan perjudicados. Incluso están dispuestos a perder algún cliente como la mencionada Lola. A ellos les viene de perlas este invento de Telefónica, y no van a mover ni un dedo contra este proxy-caché que les libera de trabajo y les genera beneficios económicos... sin exigirles nada a cambio. Por ahora, incluso están evitando dar explicaciones y eludir su responsabilidad en el tema.

¿A quién le pagas por el acceso a Internet mediante ADSL? Pues a ese, y solo a ese, es a quien tienes que aplicarle el criterio de TOLERANCIA CERO.


Más sobre el tema (en VSAntivirus):

El lío del proxy-caché
http://www.vsantivirus.com/lio-proxy-cache.htm



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